domingo, junio 26, 2016

CHILE BICAMPEÓN DE AMERICA

José Pedro Fuenzalida, de gran actuación por Chile, en sus tiempos en Boca Juniors de Argentina

La selección chilena repitió la historia. Casi en los mismos términos de hace un año en nuestro Estadio Nacional. Cero por cero entonces y definición por penales. Cero por cero en la noche estadounidense y definición por penales. La diferencia fueron esos inexplicables 30 minutos adicionales que se insertaron esta vez para la final en caso de empate y que en todas las latitudes resultan un suplicio para los jugadores ya agotados de por sí. Que no vengan con  la cantinela que son mejores que la inmediata definición desde los llamados doce pasos, porque, dicen, "los penales son una lotería". Lanzar penales en instancias tan determinantes requiere sangre fría, habilidad, criterio, puntería, tanto que insignes futbolistas como Messi y Vidal los llegan a perder, toda una novedad producida en la noche de Nueva Jersey.


Chile llegó a esta Copa América Centenario, en medio de un mar de dudas vinculadas con su falta de concreción. Los amistosos frente a Jamaica y México crearon una lógica sensación de incertidumbre. Pese al brillante juego que minimizó el de los aztecas en San Diego, caímos cero-uno, tras haber perdido en casa con los jamaiquinos.Al comenzar la cita de América, nos costó con Bolivia y con Panamá, hasta que apareció la calidad a toda prueba de esta generación nacional.

Es impresionante la serie de éxitos de esta constelación de astros de Barcelona, Bayern Munich, Inter de Milán, Bayer Leverkusen, Arsenal y otros clubes de buen rango, aparte de algunos regresados al medio chileno hace poco. Es más notoria todavía tras el largo fracaso año tras año de nuestros equipos caseros, en las Copas Libertadores y Sudamericana.

Afortunadamente Claudio Bravo, vacilante y errático en los primeros dos partidos, ya en tierra derecha ante México en ese histórico siete-cero; frente a Colombia en el dos-cero y esta vez con Argentina cuatro- dos por penales, fue imbatible como en sus jornadas brillantes en el pórtico de Barcelona. Messi elevó su penal, pero Bravo se lo atajó a Biglia. Ello aparte de otras paradas portentosas, cuando los argentinos ya gritaban gol.

Pero referirse a nombres propios resulta injusto, porque todos pusieron su hombro para el logro. Además Alexis Sánchez fue receptor del premio de la organización como el mejor jugador del torneo, Claudio Bravo como el mejor portero del campeonato, mientras que los seis goles marcados por Eduardo Vargas lo acreditan como el goleador de esta Copa América Centenario.

A estas alturas casi no vale la pena volver a aspectos inquietantes del cotejo, como la ligereza del juez brasileño Heber Lopes para expulsar a Díaz en Chile y a Rojo en Argentina, ni ciertos roces que casi se salen de cauce.

Para los chilenos es una fiesta que por poco común (pese a que ya van dos años consecutivos) se disfruta más.

Al final una mención ineludible: Juan Antonio Pizzi, tuvo que ocupar una banca en que el peso de sus antecesores, Bielsa y Sampaoli, le hacía la tarea más difícil. Este logro es un enorme mérito del DT argentino, con el agregado no menor del tiraje a la chimenea que le dio a caras nuevas no consideradas o poco utilizadas por Jorge Sampaoli, como Fuenzalida, Pulgar, Roco, Puch, Castillo. ¡Al César lo que es de...Pizzi!

jueves, junio 23, 2016

Chile: Gloria en Chicago

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Una de las mil vistas de Chicago, tercera ciudad de los EE.UU
con cerca de 3 millones de habitantes. Ahí jugaron Colombia y Chile.

Yo tenía dos títulos para esta entrada. "Gloria en Chicago"y "Decepción en Chicago", porque tras ganar la selección chilena de fútbol 7-0 a México, sin duda haber perdido en una de las semifinales de Copa América Centenario ante Colombia, hubiera significado  para millones de compatriotas una gran tristeza. Pero sucedió lo contrario. Gracias a 20 minutos iniciales inspirados y dos goles marcados por Aránguiz y Fuenzalida y un segundo tiempo brillante sin prestarle la pelota al rival, nuestro equipo se ganó el derecho a jugar la final este domingo en Nueva Jersey ante Argentina.

El hecho que se interrumpiese el encuentro tras la primera fracción por la tormenta eléctrica, hizo creer que no obstante las dos horas y media de suspensión y los nutridos intentos por sacar el agua de la cancha, las condiciones del campo bloquearían todo intento de buen fútbol, pero el elenco de Pizzi supo acomodar la situación a su conveniencia, sin sufrir demasiado ante la esperable arremetida cafetera en pos de cambiar su suerte.

Los nacionales vieron facilitada su labor ante la expulsión ya a los 12 minutos de la etapa final por segunda amarilla, del colombiano Carlos Sánchez, lo que fue una especie de justicia divina porque el mismo jugador había lesionado en una brutal entrada al mediocampista Juan Pablo Hernández en el primer lapso, lo que significó la salida prematura del segundo. Curiosamente la primera amarilla para el infractor no le fue mostrada en esa acción. Al irse de la cancha el Tucu Hernández, Chile extravió su fútbol durante el resto del primer tiempo, en los mejores minutos de Colombia.

Afortunadamente la selección roja en este torneo fue de menos a más y con regreso al primer y gran nivel de jugadores que en los encuentros de la fase inicial flaquearon. Su capitán y arquero Claudio Bravo, verbigracia, superó sus fantasmas y volvió a ser el portero solvente y cuasi imbatible del Barcelona, mientras que por las salidas del equipo de los considerados irremplazables como Arturo Vidal y Marcelo Díaz, el técnico logró rearmar el naipe sin gran deterioro en este partido, ante un cuadro de enorme y reconocida envergadura.


Se repite pues la final de la anterior Copa América en el marco de un torneo excelente con gran acompañamiento de público y de emociones múltiples. Sorprende la minimización que algunos hicieron de este campeonato extraordinario despreciando su valor. Incluso hubo voces que decían que "no sirve para nada" ante el hecho que el campeón no clasificaba a ninguna otra competencia, por ejemplo la Copa Confederaciones, como si el principal objetivo no fuera el título mismo, la gloria que envuelve a quienes lo logran por ese solo motivo, el prestigio que conlleva a nivel mundial y la cotización inmensa que gana cada uno de los jugadores Es como para preguntarse qué gana un Campeón Mundial si por ese hecho no clasifica a ningún otro torneo.

Argentina y Chile están a las puertas del cielo una vez más. 

domingo, junio 19, 2016

Aniversario del blog y goleada de Chile



Hace 10 años, el 18 de junio de 2006, nació este blog, que según las estadísticas de  Google ha recibido hasta el momento 284.988 vistas. Agradezco de corazón  a mis lectores y a mis comentaristas su preferencia y fidelidad y, a la vez, el haberme dado la oportunidad de conocer a tantos amigos de latitudes muy diversas al través de sus queridas y valiosas páginas. Como publicó el recientemente desaparecido Ripley, distinguido colega bloguero español  en la emocionante última entrada a minutos de su muerte, yo también les mando, aunque en circunstancias mucho más favorables, un beso a ellas y un abrazo a ellos, en este caso con la esperanza de seguir en contacto, generalmente cibernético y en ocasiones inolvidable de persona a persona.

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Alexis Sánchez, reeditó ante México sus mejores jornadas.

Chile acaba de derrotar 7-0 a la Selección Mexicana en Santa Clara y clasificó a semifinales de Copa América, en que se medirá frente a Colombia en Chicago el miércoles 22. Por cierto este desenlace obtenido ante una multitud mexicana, acallada por una minoría de hinchas chilenos al paso de los minutos y de los goles, hizo olvidar nuestras aprensiones motivadas por la derrota frente a Argentina por un marcador demasiado benigno, el triunfo ante Bolivia logrado mediante un penal más que dudoso y los evidentes errores cometidos en  el partido en que se triunfó inapelablemente pese a todo, al medirse el equipo de Pizzi contra Panamá. 

México venía de 22 encuentros invicto con la batuta de su técnico Juan Carlos Osorio y nos había ganado hace poco en un amistoso previo a la Copa América Centenario. Esa vez la selección chilena dominó totalmente a los aztecas, pero al final Chicharito Hernández obtuvo el único gol del partido.
En cambio ahora los circuitos de marcación de Chile impidieron que el jugador del Bayern Leverkusen tomara la pelota con alguna soltura y, en general,  los nuestros volvieron a su mejor nivel, lo que sucede cuando hay aplicación total, lo que no aconteció en las instancias descritas.

Loas a todos.Desde nuestro arquero y capitán, Claudio Bravo, quién pese a no ser muy exigido volvió a la jerarquía que muestra semana a semana actuando por uno de los clubes más importantes del mundo como lo es Barcelona, pasando por Gonzalo Jara, otro que estaba en tela de juicio, hasta llegar a puntos altísimos, como Arturo Vidal, el estupendo partido de Alexis Sánchez, los 4 goles de Eduardo Vargas , que es todo un caso porque el artillero en toda su temporada alemana ha marcado dos dianas solamente. Es una muestra asombrosa de identificación de calidad con  su selección, caso inverso de Fabián Orellana, rutilante en Celta de Vigo, pero decepcionante con la roja, al punto que como gran acierto de Pizzi este colocó a Edson Puch en su lugar, el que demostró que no le pesa la camiseta. Orellana desde el histórico gol ante Argentina en eliminatorias mundialistas, ha desaprovechado todas las oportunidades que le han dado Bielsa, Sampaoli y Pizzi.En los casos de Jara y Vidal habría que objetar como puntos en contra, su tendencia al juego brusco innecesario que va más allá de la simple disputa de una pelota. 

En todo caso no es el momento de referirnos a los que en esta noche de triunfo por paliza no estuvieron, sino de los que registraron con su presencia una goleada histórica. Todos, quién más quién menos, pusieron su impronta, quienes empezaron y quienes como Silva, Roco y Mark González entraron en el curso de este a ratos "baile" dado a los mexicanos. Chile consiguió 7 tantos, que aunque parezca increíble pudieron ser más. Sin menoscabar al incuestionablemente poderoso adversario, utilizando la letra de un antiguo tango argentino, Chile jugó en esta ocasión, como "el gato maula con el mísero ratón".

Ojalá este triunfazo sea tomado con la habitual ponderación de los Bravo, los Fuenzalida o los Alexis, entre otros y no escuchemos las tradicionales provocaciones de quienes como primer razonamiento invocan habitualmente que "les tapamos la boca" a muchos.

Viendo a Colombia ganar a duras penas por penales a Perú y al Chile que apabulló a México, hay motivos para estar optimistas, pero como quedó demostrado por el resultado mismo, cada partido es un mundo aparte. De modo que habrá que estar muy satisfechos, pero manteniendo los pies en la tierra. Ante el cuadro cafetero no podrá estar Vidal debido a la nueva tarjeta amarilla que recibió hoy, ni posiblemente Marcelo Díaz, dependiendo de su lesión, pero ciertamente hay otros que esperan su momento. En buena hora.

Orden de los goles: 
Primer tiempo Puch y Vargas. 
Segundo tiempo: Sánchez, Vargas, Vargas, Vargas y Puch.

martes, junio 14, 2016

Se repite en cuartos: Chile-México


Chile cumplió con clasificar, en un grupo en que por historia y pergaminos en relación a Panamá y Bolivia, debería hacerlo. Sin soberbia de ningún tipo, era lógico que ello aconteciera, descontando que el otro iba a ser Argentina con Messi y sus demás astros. Pero en honor a la verdad, ¡cómo nos costó!  Hoy Jugábamos con los panameños, en la primera participación de los canaleros en una Copa América.

Ya había sido difícil con los altiplánicos, después que fuéramos derrotados por Argentina. En la jornada de esta vez en Filadelfia los nuestros empezaron mal. A los pocos segundos una pelota extraviada por Isla generó un rápido peligro y a los 5 minutos ante otra pelota despreocupadamente perdida por Gonzalo Jara, Miguel Camargo probó hacia el arco de Chile y batió a Claudio Bravo, nuestro habitualmente brillante arquero, que tal como en los dos goles que nos marcó Argentina y tal como en el gol de Bolivia estuvo débil en la respuesta.

Afortunadamente a los 15 minutos Eduardo Vargas respondió  a la confianza que le dio el técnico y tras un rebote en el arquero logró la paridad. No es cosa menor, dado que el delantero tuvo un pésimo año en la liga alemana, consiguiendo solo 2 goles en toda la temporada en su club, el Hoffenheim, siendo que lo llevaron por artillero.

Antes del término del primer tiempo el propio ex jugador de Cobreloa y de la U de Chile, con un brillante cabezazo nos dejó arriba en el marcador. Chile actuaba más cerca de su rendimiento esperable, pero dejando muchos espacios en las réplicas adversarias.

Esos boquerones, producto de nuevas inexplicables desaplicaciones, permitieron un solitario avance del panameño Arroyo, ya a los 30 segundos del tiempo final, sin final feliz en el remate del centroamericano.Menos mal.

En un segundo lapso con un Chile bien armado en ofensiva, Alexis Sánchez convirtió de cabeza y de excelente boleo, en dos oportunidades, pero entremedio de ambas dianas nuevamente, en el otro pórtico,  falló nuestro crédito y capitán. De cabeza, Arroyo nos había vacunado, en otra débil respuesta de Claudio Bravo.
Asombra el nivel deteriorado del portero de Chile, quién raramente comete errores y que en esta Copa ha tenido varios en los tres partidos.

Panamá, no contó hoy con varios de sus mejores futbolistas por lesiones y suspensiones, de modo que aún valorando la importancia del triunfo del equipo de Pizzi por 4-2, habrá que hacer borrón y cuenta nueva de inmediato, porque el sábado en partido de eliminación directa, Chile actuará ante México en Santa Clara.

Hace muy poco en el último apronte previo a la Copa para ambos equipos, Chile y México jugaron un amistoso en un partido en que Chile tuvo a raya brillantemente a los aztecas, pero al no concretar terminó perdiendo 1-0 en San Diego, ciudad fronteriza entre Estados Unidos y México, por razones lógicas con presencia multitudinaria de hinchas aztecas, situación que seguramente se repetirá este sábado, aunque la distancia con tierra mexicana sea algo más lejana. Pero está claro que habrá más aficionados mexicanos que chilenos, lo que no debería ser obstáculo para que los nuestros muestren su verdadera capacidad, sin los altibajos sufridos hasta ahora y sin fallas individuales muy llamativas y lamentables.

Otra cosa increíble  nos sucedió a minutos del final. Mauricio Isla, entró muy fuerte en una acción panameña desde  la izquierda y se ganó justificadamente tarjeta amarilla, la que-acumulativa-lo deja al margen frente a México. Por cierto que Isla no ha andado bien desde hace tiempo con la roja, pero actuar con tanta ofuscación a segundos del pitazo final, resulta extraño en un futbolista hasta hace poco de excepción.¡Tiene una que otra preocupación por ahora nuestro entrenador Pizzi!


viernes, junio 10, 2016

Chile-Bolivia, victoria preocupante


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En Boston, Chile ganó con angustia y con un penal inexistente

La selección chilena es el actual campeón de América.
La de Bolivia renovada, pero sin algunas de sus figuras históricas, resulta hoy una de las más bajas de estos lares.
En esas condiciones, los nuestros aparecían con opciones inmejorables para rehabilitarse de sus dos derrotas en amistosos previos y aquella ante Argentina, ya en el debut de ambos cuadros en la cita de Estados Unidos.
Sin embargo, pese al dominio absoluto de Chile y una actitud abiertamente defensiva de los altiplánicos, el partido resultó un desilusionante monólogo para los rojos (esta vez blancos).

Desilusionante porque como dueños absolutos de la pelota, la cancha y las proyecciones, Chile se encontró durante los 90 minutos con un equipo adversario absolutamente aplicado y de constante éxito en trabar las cargas de Alexis y compañía.

Recién al minuto del segundo tiempo, Arturo Vidal marcó para nuestra selección, carente de ideas para superar hasta ahí a un elenco rudimentario. Pareció que ante la ventaja se abriría la compuerta del arco rival ante la necesidad de los bolivianos por buscar el empate. Pero a los 15 minutos del segundo tiempo, mediante un excepcional tiro libre, Jhasmani Campos sorprendió a Claudio Bravo y convirtió un golazo. Y eso que entre el gol de Chile y aquella igualdad, Bolivia ni siquiera había salido de su esquema defensivo.

Se acababa el partido. Entre tiempo perdido por lesiones auténticas y otras simuladas de los bolivianos que se conformaban incuestionablemente con la paridad, Chile seguía buscando desesperadamente el triunfo, pero con ofuscación y falta de clase, cuando un centro de Sánchez rebotó en un codo de Gutiérrez. No era penal, puesto que para que no le hubiera impactado en esa extremidad, el defensa debiera haber sido manco. El juez estadounidense Jair Marrufo no dio primero la pena máxima, hasta que observó que su asistente le indicaba que correspondía el cobro. Y a segundos del final de tiempo de descuento, Chile se encontró con  la posibilidad de una victoria la que había sido incapaz de  obtener con sus propias armas.

Nuevamente Vidal desde los llamados 12 pasos convirtió y evitó un  bochorno. De modo que recobramos la cercanía de clasificar, pero dejando mil dudas en el aire. Esta vez los Alexis, Vargas, Orellana, Bravo, Isla, quedaron al debe.

Bolivia por otra parte no puede aducir que hubo demasiados minutos de descuento, porque la manera de "hacer tiempo" lo que equivale a perderlo, de su arquero  Lampe y de todo el cuadro de Baldivieso, fue irritante y antideportiva.

Queda desde el punto de vista chileno una ventaja. Ganamos esta vez jugando mal. Es de suponer que recuperando nuestras figuras su nivel, otro gallo debería cantar.

Entre los puntos destacables y a raíz de la lesión que le impidió jugar a Marcelo Díaz, cabe resaltar la actuación del "Tucu" Hernández. El futbolista del Celta de Vigo, nacido en Argentina y nacionalizado chileno, fue de lo poco llamativo que ofreció "el equipo de todos" en Boston.

Como consuelo para muchos hinchas, hay algo cierto aunque personalmente no me satisface. Se trata de las veces que Chile perdió sobre la hora por algún desacierto arbitral. Ahora fue al revés. Dicen que son las cosas del fútbol.

martes, junio 07, 2016

Fútbol chileno, vivo pero dañado

Santa Clara Location Map
En Santa Clara, California, jugaron Argentina y Chile por la Copa América Centenario


Claro, estamos vivos en la Copa América. Si el fútbol chileno consigue más puntos que Panamá y Bolivia en su grupo, clasificará para la próxima fase, pero tras perder ante Argentina como nos acontece históricamente salvo excepciones, nuestros humos de grandeza quedaron muy averiados.

Los nuestros son el cuadro de más edad promedio entre los equipos participantes de todos los grupos. Es la llamada generación dorada, con futbolistas que juegan incluso algunos en los principales elencos del mundo. Pero no solamente existe el fundado temor que tras los Sánchez, Vidal, Bravo y compañía se produzca un vacío tal como pasó en el tenis, en que tras los Ríos, Massú y González no había nada. En el deporte más popular, a este "team" le queda la misión de clasificar al Mundial Rusia 2018 y solamente con el autobombo no nos bastará.

Mientras jugadores como Gonzalo Jara digan muy sueltos de cuerpo que "no veo fútbol ni en la tele ni en los estadios, salvo cuando juego"estamos mal y mientras otros como Arturo Vidal proclamen que "le vamos a ganar a Argentina y los demás nos temerán como corresponde", estamos pésimo, porque sus precipitadas palabras podrían ser interpretadas también al revés, algo así como  "si perdemos con Argentina, los demás nos faltarán el respeto".

Argentina en Santa Clara aún sin Messi fuera por lesión, nos pasó por arriba. Salvo destellos magistrales de Alexis Sánchez que no puede en soledad, la selección nacional fue dominada casi en todo el partido. Nuestros habitualmente baluartes como Vidal y Medel se ofuscaron en demasía y se ganaron tarjetas amarillas por niñerías.

Aunque a Argentina le costó convertir, ya en los albores del segundo tiempo Di María batió a Bravo con un tiro "al palo del arquero" y luego como si fuera un video, Banega volvió a marcar para los trasandinos, también con un lanzamiento al llamado "palo del arquero". En ambos casos Chile perdió la pelota en el medio y la pagamos caro.

Cuando el partido terminaba, José Pedro Fuenzalida quién venía de la banca, sorprendió al portero rival Romero con un impensado cabezazo y disimuló el resultado con un 1-2 engañoso.

Nuestro técnico Juan Antonio Pizzi privilegió la experiencia por  sobre la savia nueva, colocando como titulares a los Jara y los Vargas,  por sobre los Roco y los Puch, que tan bien anduvieron en amistosos previos (que también perdimos). La apuesta, pese a su legitimidad, no funcionó.

Chile debería (ojo "debería", lo que no garantiza nada), clasificar tras Argentina por sobre panameños y bolivianos y después tal vez volver a su nivel en el resto del torneo, ya por eliminación directa, pero con miras a las luchas por asistir a Rusia, que seguirán en septiembre, se ha levantado un gran manto de dudas.

jueves, junio 02, 2016

Cavilaciones en torno a la roja

Juan Antonio Pizzi
Juan Antonio Pizzi, director técnico de Chile

No llegamos bien aspectados al debut frente a Argentina este lunes 6 en la Copa América Centenario de los Estados Unidos. La selección chilena ha perdido en sus dos aprontes amistosos ante la débil Jamaica como local  y ante México ayer en San Diego, California. 

En ambas ocasiones habríamos vencido si los partidos se definiesen por posibilidades de gol, pero eso no sirve. Anoche "Chicharito" Hernández aprovechó una desaplicación de Gonzalo Jara para echar por la borda el esfuerzo de sus compañeros que, al menos, estaban para el empate.

Lo de Jara es sintomático. Él dice que aparte de cuando juega o entrena, NUNCA ve fútbol. Ni en la tele ni en la cancha. Lo que para un profesional de cualquier actividad es de lógica elemental, apasionarse e interesarse por lo que hacen los otros en su trabajo equivalente, para Jara no cuenta. Por eso no tenía idea de como picaba "Chicharito", de como aparecía de súbito con olfato goleador y de como ayer le convirtió a Chile. Porque en la oportunidad tampoco lo vio venir.

Pero no lloremos sobre la leche derramada. El lunes debutaremos ante Argentina y habrá que frenar los malos espíritus. A ratos entusiasma como en cercanos tiempos, el frenesí ofensivo de los nuestros, pero  como decía algún abuelo (no el mío pues lo habría dicho en alemán) "hay que meterla adentro".

Si es por suposiciones, deberíamos avanzar de la primera fase, saliendo en el peor de los casos segundos tras Argentina, porque Bolivia que hace años no baila con la bonita y Panamá, pese a sus progresos,  no deberían ser rivales de consideración para el actual campeón de la Copa América, pero después se nos complicaría si no estamos en plenitud.

Esta espectacular Copa América Centenario hecha con toda la magnificencia de los espectáculos en la tierra del tío Sam, no gusta a todos los entrenadores partícipes. "El maestro" Tabáres, de Uruguay, dice que no es una verdadera Copa América porque aparte de los cuadros sudamericanos, juegan equipos norteamericanos y centroamericanos. 
¿Y qué? Si se llama Copa América mejor que en ella actúen equipos de todas   sus latitudes y no solamente sudamericanos, con México de invitado, tal vez.

Claramente esta  es mucho más Copa AMÉRICA en su esencia.Ahora si hablamos competitivamente, los elencos de sudamérica demostrarían su superioridad simplemente ganándole a los de más arriba en el mapa. Pero... no vaya haber sorpresas.